Lo que nos hace superiores a nosotros como especie humana no es únicamente nuestra inteligencia, ni nuestra maldad, ni nuestra capacidad de planear y agruparnos, sino nuestra habilidad de comunicar nuestros pensamientos de un individuo a otro. De hecho, a pesar de que el Homo Sapiens Neandertal tenía una capacidad craneal superior a la nuestra, ya no existe más, y eso se debe a que la longitud de su laringe limitaba su capacidad de producir sonidos. Hoy, en mi cabeza, habitan pensamientos de miles, o de cientos de miles de personas, mas un poco de conocimiento generado por mí.

Lo que nos hace superiores como humanos, es entonces nuestra comunicación. ¡Comuniquemos entonces! Hagamos el ejercicio de ser humanos y pensemos y discutamos, y formemos debates y polémicas. ¿En que momento el no estar de acuerdo en algo, se convirtió en políticamente incorrecto? ¿es que se quedaron en el siglo XX los debates entre ponentes radicalmente opuestos, pero que una ves terminado el momento, podían compartir una cerveza? ¿o ese espacio, ahora está solamente en Internet?
Vamos a utilizar este espacio para hablar de temas muy variados, desde ciencias sociales, hasta economía, pasando por artes y humanidades. La idea es que utilicemos nuestras habilidades humanas no solo para que cada uno tenga criterio propio, sino para defenderlo, sin entrar a ofender a los demás.
Llevo unos cuantos días pensando en cómo se desperdician las vidas detrás de simplemente supervivir. Millones terminan sus vidas para ser recordados como el que se desvivió para que a su familia no le faltara nada. Pregunta: ¿qué sería de esas millones de personas si no hubiesen tenido familia? No serian recordadas en absoluto, pues utilizaron todo su tiempo en trabajar para vivir mejor. Pero si el humano es naturalmente inconformista, significa que nunca fueron felices esas personas. Mas allá de la felicidad del momento de haber comprado un auto nuevo, o una casa nueva, no queda nada. Yo pienso que no hay placer comparable al de tener buenas conversaciones. Buenas discusiones, preferiblemente entre puntos de vista distintos. Lastimosamente, una buena parte de la población no opina lo mismo, y peor aún, se ofenden con cualquier postura que difiera de la de ellos. Pero supongo que, desde la segunda guerra mundial, nada volvió a ser igual.
-Iván Consuegra